Perdonar.

El perdón a uno mismo.

Que tus errores no te condenen. Que tu amor por ti mismo prevalezca. 

Cuando nos juzgamos cercenamos la posibilidad de lograr nuestros sueños, nadie merece tal condena.

Tu valor intrínseco es ser parte del todo, y tu único destino es saberte Feliz, tu eliges lo intrincado del camino pero no su destino.

Perdonar lo que consideras una equivocación en ti, es amarte y eso es justo y universal.

El acto de perdonarse a sí mismo es darse la posibilidad de ganar el resto de tu vida para aprender y elevarte desde la comprobación de que siempre se nos da, a todos, la posibilidad de redención. 

Y es lógico y natural que sea así, la vida está para sentir, aprender y cambiar en la dirección que nos haga felices, no es una cárcel de sentimientos condenatorios.

Vivir negando cualquier oportunidad de expansión emocional que nos conecte con el Dios que vive en nosotros, es no vivir, es no entender la esencia de la oportunidad de la vida, es negar toda la energía y potencialidad que podemos expresar sólo con reconocer, quienes en verdad, somos y otorgarnos auto amor más allá lo que no funcionó.

Abrazar el crecimiento personal requiere valentía para explorar nuestras emociones y empatía para aceptarnos con nosotros mismos con amor, más allá de nuestros errores y fracasos pasados. 

Perdonar y perdonarse es de Sabios de la vida.  

Cree en ti, avanza con alegría , la culpa no existe, existe tu cambio, tu auto-perdón y tu búsqueda del sentido de la vida.

Para la traducción a otros idiomas:

No existe una actitud adecuada, 

existe la certeza de creer en ti, 

más allá de como salgan las cosas;

y esto es vivir

"en un continuo auto-perdón".