Alquimia Sagrada.

Paz Interior.

 ¿Qué es importante para lograr una mayor Paz Interna?

 

 Coherencia. 

La Alquimia Sagrada de la vida está en la Coherencia, que es servir con entrega, servir con el corazón y enfocándonos en vivir el presente; evitando espacios mentales donde la presencia del ego confunde y distrae. Quien sirve con atención a aquello que hace, en verdad es una mente despierta.

 Congruencia. 

La alquimia Sagrada de la vida también está en la Congruencia, quien disfruta de su creación y disfruta de la creación de los seres humanos que le rodean, aprende a festejar desde su auto amor el sentido de la vida.

 La Congruencia en el camino de la Paz Interior es disfrutar con humor; disfrutar la que ya está hecho por nosotros y disfrutar lo hecho por los demás.

Encuentra tu mayor Paz Interior y tu mundo girará para ti. Así de poderosos somos.

Cuando procuramos asumir estas formas de integración en nosotros mismos y con los demás; cuando procuramos incrementar esa coherencia y congruencia que naturalmente ya tenemos en algún grado, toda nuestra percepción de nuestra vida y el entorno donde la vida acontece, se transforma.

Todo cambia a nuestro favor, nuestra autoestima se acrecienta, la relación con los demás cobra una forma conducente que emana mayor paz y armonía; paz y armonía que se hace presente con mayor intensidad en todos los ámbitos de acción.

 Se trata de una evolución, una tarea que se aprende con el oficio, con la determinación y con la sabiduría de que recorrer el camino no está exento de altibajos, pero que redunda en elevación de nuestra frecuencia interna.

 En definitiva, realizamos una elección sostenida en nuestro mundo interno que se expande en nosotros mismos y en nuestras relaciones; lo hace en una perfecta alineación con nuestras elecciones de vida.

 

Encontramos que cuando sostenemos nuestras elecciones y nuestra actitud,  el universo escucha y obedece eliminando todas las infinitas posibilidades de nuestra realidad para dejar sólo la que con Coherencia y Congruencia hemos elegido.

 Siempre hemos de tener presente que nuestra elección, es el único idioma con el que podemos dialogar con el Universo.

                                          

Las cuatro Estaciones.

Llevar a cabo cada acción con coherencia y congruencia tiene cuatro etapas, tal como las cuatro estaciones del año, que se repiten cada vez.

 

1)           Hacer o Servir desde el Corazón.

2)           Contemplación.

3)           Desprendimiento.

4)           Descanso.

 

 Servir desde el Corazón, es servir con intención clara y hacerlo, cada vez, con mayor nitidez en nuestro sentir; es buscar la esencia de Dios en nosotros.

Sentir intensa y livianamente el presente, el aquí y ahora, es aceptar y crear mayor consciencia de nuestro Poder Interno.

Luego de realizada la acción, la que escojamos que nos llene el corazón, tanto sea una tarea ocasional o espontánea, cómo una elección de servicio a los demás; hemos de detenernos y Contemplar aquello que hemos realizado, honesta y privadamente evaluar nuestro sentir, nuestra sensación de entrega, cuál fue la dificultad, qué se pudo hacer para salvar algún inconveniente y qué nos lleno el Corazón, y lo más importante, cuál es mi sensación final de haberlo hecho, cuál es mi cambio evidente en el esfuerzo consciente de estar en una mayor forma en el aquí y ahora.

 Desprenderse de la creación es algo esencial, evita el desgaste; implica ejercer el desapego, una actitud maravillosa que reconoce que nuestra  creación pertenece al universo y no a nosotros por haber sido el vehículo que ha materializado tal creación; esto significa dos cosas, una es que todo ocurre cómo es en la vida, nada nos pertenece, sólo pasan por nosotros, y la más importante, que cuando soltamos, quedamos livianos, sin cargas, sin el peso de la pertenencia ni de la administración de la pertenencia de nuestra creación; estamos listos, frescos y genuinos para iniciar otro período de aprendizaje.

 Finalmente, con la acción realizada, con la paz de la contemplación, con la sensación de haberse desprendido de toda necesidad de retener lo que hemos creado, toca Descanso, sencillamente estar con nosotros mismos, sin proceso mental, sólo con tiempo de nada para regenerar nuestra Alma, dicho de otra forma, nos damos tiempo sin actividad para que la sabiduría que ha activado nuestra acción se integre en nuestra  Alma, esa integración de sabiduría es nuestro verdadero logro y nuestra  verdadera adquisición real y permanente. Estamos listos para avanzar en lo que sigue, estamos listos para adquirir más sabiduría.

 

¿Por qué los pasos de las Cuatro estaciones?

 Cuando no contemplamos lo que materializamos de nuestro esfuerzo y no descansamos de ese esfuerzo, terminamos sintiéndonos vulnerables ante los estímulos inapropiados que solemos encontrar, estímulos que generan dolor, que por ello no olvidamos en el tiempo y nos terminan creando un estado de sufrimiento permanente; la Paz Interna es la práctica consciente de desprendernos y desapegarnos, es decir, servir refinando, después de refinar.

 También hemos Contemplar para así desprendernos de creer que lo que servimos es lo que somos; somos mucho más que la calidez y la plenitud de nuestro servicio; somos una fuente inagotable de recursos para cualquier Ser Humano que solicite algo de nuestro Ser.

 Sólo al desprendernos de nuestra creación podemos iniciar la etapa de Descanso y reconocer que las cosas que hacemos y que realmente olvidamos están hechas y se sostienen por la Divinidad.

 En el Descanso, si alguien nos ha gestado dolor en el camino, si alguien nos ha generado sufrimiento, olvidar es el desintegrar.

 Cuando la intranquilidad la conozco, pero no marca mi Corazón estoy en el camino de la Paz, en el camino del auto amor. 

 La Felicidad reside en la ausencia de ir detrás de problemas que no nos corresponden alinear ni circunstancias que no nos corresponden limpiar, hemos de saber en todo momento que:

Contemplar es el festejo de lo apropiado en los demás; es festejar las acciones armoniosas de nuestro entorno y de nuestro propio Ser.

 Cuando, por el contrario, nos centramos y ocupamos en limpiar la creación de intranquilidad de los demás; hacemos un serio intento de postergar u olvidar que nuestro servicio es lo que en verdad nos autodefine como seres conscientes y ascendidos.

 El estado emocional de las otras personas es algo que, sin duda, podemos aceptar; mas nos hemos de enfocarnos en el estado emocional de aquellos que demuestran un mínimo de apertura, ya que si no hay apertura inevitablemente nos introducimos en un esquema de dolor y sufrimiento; en un esquema donde se nos exige la validez de nuestra vida ante esas personas.

 

"El desprendimiento es olvidar; olvidar es permitir que Dios haga del silencio una ascensión energética de nuestro Ser".

 

"Quien no olvida, define que el ego ha de existir; y el desgaste, es".

 

"El desgaste es no llevar el desprendimiento a la maravillosa habilidad del olvido". 

 

"No importa lo que hacemos, lo que importa es estar en el lugar preciso para que florezca la belleza de nuestro Ser".

 

Quién actúa de Corazón, refinando, contemplando su belleza, su grandeza, olvidando los antiguos retos y estructuras que ya no reproducen ni el presente ni el futuro; es alguien que es experto de la gratitud, esto es el juego del Amor Verdadero con Humor.

 

"Humor es el hecho de disfrutar sin límites".

 "Amor es servir en una forma limpia y honesta".