Conciencia y contacto con la Realidad.
A través de la creatividad, descubrimos la chispa de nuestro talento y la capacidad de dar forma a nuestra realidad de una manera única.
Es en esos momentos en los que nos permitimos explorar y expresarnos creativamente que encontramos el coraje y la libertad necesarios para manifestar nuestro potencial más pleno.
Hemos de asumir el coraje y la libertad para dar forma a nuestra realidad y manifestar nuestro potencial más pleno.
La creatividad nos permite descubrir y desarrollar nuestro talento único, enfrentar nuevos desafíos y encontrar un sentido de realización y propósito en nuestra vida.
Al permitir que nuestra creatividad fluya, abrimos las puertas para que nuestro talento brille y dejamos una huella significativa en el mundo.
Nos referimos a las vivencias a través de las cuales sentimos y experimentamos todo aquello que representa nuestro bagaje de vida; recuerdos o objetos que nos conectan con el amor, la alegría, la complicidad, la felicidad, la paz, la auto estima, el sentido de madurez, el sentido de pareja e incluso la libertad y nuestra identidad.
Llegar a saber que todas estas definiciones que desde luego no son simplemente conceptos sino sentimientos profundos en nuestro ser; y que aún así, "no somos eso", sino el recipiente que las contiene.
Si llegamos a este punto, si podemos sostenernos en él, llegamos a lo que Efrén Álvarez Calderón llama estar "des identificado".
Y este estado de consciencia no es más que asumir toda la libertad y auto amor con la que hemos nacido y que podemos ejercer; residir el mayor tiempo posible en ese punto de consciencia nos permite un estado superior de calma, de confianza y de certidumbre sobre nosotros mismos más allá de circunstancias y sentimientos; logramos sentirnos y actuar en la vida con una capacidad de felicidad última y permanente que no podemos concebir ni asumir con el manejo de todas las circunstancias sintiendo que somos ellas, sin separación alguna.
Saber que sí amamos, que sí sabemos y que sí sentimos todo lo que sentimos pero que hay una frontera entre esto y la consciencia y esencia que somos; que hay algo en nosotros más real e intuitivo que todo ese bagaje, es entrar en otro dominio de la vida y sus circunstancias.
Procuremos, sino asumirlo, al menos saber que esto es y existe; que es un proceso de libertad y equilibrio se desatará en nosotros y progresivamente, sin pretenderlo, sólo dando paso a la posibilidad a través de nuestro libre albedrío, podremos aceptarlo si estamos preparado para ello.
Transcripción para traducción a otros idiomas:
La importancia de observar con cierta distancia se encuentra en que las emociones positivas o negativas no te muevan, que no te muevan por la excitación que nace de la ansiedad, y que no te muevan por la depresión que genera un vacío y la falta de deseo de existir.
Aquí hay una nueva compuerta para entrar, como se dice en términos
religiosos, a una nueva morada del conocimiento o a una nueva morada divina.
Este
apartado es el de trascender el comentario, la interferencia, el juicio y
cambiar la actitud para entender lo que acontece.
Esto, en una
palabra, se llama estar “des identificado”, esto nos permite que el yo, la
frecuencia base, mas no básica; la frecuencia que reacciona a todas las
vivencias del mundo nos permita que no nos controle, y se nos habla que la
esencia del amor nos permite percibir la enfermedad, la realidad de otros que
no conocemos, desde una justa y cómoda distancia.
En
consecuencia, podemos dar el mejor consejo, ya que estamos neutrales, podemos ofrecer
la mejor compañía o conversación porque no estamos implicado, no nos vemos arrastrados
por las emociones.
Así, el yo
condicionado o el primer escalón de auto transformación aún es posible
identificarlo, y los ejemplos que podemos dar es que nos identificamos con la
familia, posesiones, el cuerpo o nacionalidad; sin embargo, el estar “des identificado”
es un desapego más profundo, tiene una aportación increíble, es perder el yo, es
aquietar el yo, es negar el yo; es ser libre para vivir sin reaccionar a los
estímulos, a los comentarios y a los sucesos que me rodean.
Así, la
conciencia, es observar desde la calma y la realidad, es un suceso distante del cual
no me adueño ni me controla.