Claves para el Equilibrio y la Plenitud Personal.
La esencia del juego en el que estamos inmersos en
este momento es fascinante. Al tomar el control de nuestras vidas, comprendemos
que todo tiene un propósito. Descubrir la función de las cosas y las personas
que nos rodean nos ayuda a mantenernos en equilibrio. Utilizamos aquellas
funciones que no solo nos benefician, sino que también nos llenan de alegría.
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| Esencia del Juego Espiritual: Conexión, reconocimiento y evolución para vivir plenamente. |
Entender nuestra propia trayectoria espiritual implica adoptar una actitud mental que nos permita distinguir entre lo real y la ilusión.
Compartir lo que realmente nos funciona es crucial para encontrar
satisfacción y equilibrio. Nuestra primera tarea para mantener ese equilibrio
es expresarnos constantemente con elogios y reconocimientos hacia quienes nos
rodean.
La falta de modificación en nuestra forma de expresión nos aleja de nuestro recurso interno más poderoso: la sensibilidad.
Disciplinar nuestra sensibilidad para mejorar el ánimo de quienes nos rodean nos ayuda a encontrar nuestro propio equilibrio. Una práctica recomendada es elegir cinco personas de nuestro entorno y comprometernos, durante un mes, a responsabilizarnos por su estado de ánimo.
Brindar elogios y reconocimientos continuos sobre lo que consideramos limpio, pulcro y honesto en sus acciones contribuirá al equilibrio general y desde luego, al nuestro personal.
El segundo espacio crucial es ayudar a los demás a liberarse de las ilusiones. Identificar y dejar de lado los apegos a temores arraigados nos permite conquistar situaciones limitadas desde un estado de equilibrio superior. Amplificar lo ordenado, armónico y estable en nuestra vida nos permite mejorar circunstancias específicas.
Encontrar las facetas verdaderas que nos llevan a gestar una realidad satisfactoria implica hacer una lista de nuestros aciertos y conquistas pasadas.
Desprendernos de la revisión negativa del ego nos ayuda a encontrar la agudeza mental necesaria para descubrir áreas de evolución.
La ilusión es el desequilibrio real en nuestro entorno, y no estamos destinados a mejorarlo todo.
Mejorar circunstancias puntuales, amplificar lo ordenado y armonioso nos permite conquistar desde un estado de equilibrio superior. Reconocer qué no debemos tratar de mejorar es fundamental para evitar convertir nuestra vida en una sucesión innecesaria de tareas.
La tarea tiene dos facetas. Primero, hacer una lista de nuestros aciertos, conquistas y victorias pasadas hasta sentir legítimo orgullo por nuestro pasado. Segundo, compartir listas similares de cinco personas en nuestro entorno cada semana, destacando sus aciertos y victorias. Quien da elogios y reconocimientos, quien amplifica los aciertos y las victorias, entiende que el camino es rectificar nuestra perspectiva del entorno.
Tres escalones existen en la evolución mental. En el primer escalón, la búsqueda eterna, planteamos preguntas que otorgan equilibrio duradero. En el segundo escalón, la realización, nos convertimos en asesores de una a cinco personas, comprometiéndonos con su estado de ánimo. El tercer escalón, la legitimidad, nos permite disfrutar de nuestras victorias y logros plenamente, deteniéndonos para disfrutar también de los logros de los demás.
En el cuarto nivel, la autenticidad, buscamos reproducir sensaciones bellas y compartirlas con los demás. Reconocemos que nuestro camino es sagrado y refinamos la comunicación para disfrutar plenamente la presencia de los demás. Cancelar la dualidad nos permite mostrar lo que realmente funciona y compartirlo con alegría.
Conexión Espiritual.
Los líderes espirituales, aquellos con resonancia en las conciencias de su entorno, enfatizan el refinamiento de la comunicación y el discernimiento entre lo ilusorio y lo verdadero.
La dualidad del ego es la que separa, mientras que la dualidad sagrada otorga un ciclo de unidad.
Contactar legítimamente con la esencia del alma ajena implica trascender perspectivas que nos mantienen a un paso de involucrarnos plenamente. La modificación de la perspectiva y el refinamiento de la comunicación nos permiten disfrutar de la presencia sagrada de los demás y cambiar estados de ánimo.
En la búsqueda eterna, aprendemos a formular preguntas que otorgan equilibrio duradero. En la realización, nos convertimos en asesores comprometidos con el estado de ánimo de otros. La legitimidad nos permite disfrutar y detenernos para apreciar no solo nuestros logros, sino también los de los demás. La autenticidad nos lleva a reproducir sensaciones bellas y compartirlas, mientras que la cancelación de la dualidad nos permite mostrar lo que realmente funciona con alegría.
Llegar al punto final implica descubrir el regalo y el recurso en los demás. Utilizamos nuestra mente para superar la deficiencia que nos inquieta en otros y reconocemos que cuentan con recursos internos que pueden compartir. La reverencia, la alabanza y la glorificación son herramientas para expresarnos desde el poder de nuestro espíritu y tocar el alma ajena.
Despertar el Deseo de Vivir.
La función final como líderes espirituales es ser fuentes de vida. Sonreímos ante las circunstancias de desequilibrio, mantenemos amor en los ojos independientemente de la dureza ajena, y tocamos con calidez a todo ser humano que encontramos en nuestro camino. Ser vehículos sagrados nos permite desintegrar ilusiones y despertar en otros el deseo de vivir.
Ser fuente de vida es volver a despertar en otros el deseo de vivir. Utilizamos el amor como único camino, expresando gratitud y elogiando lo maravilloso en los demás. Compartir nuestras experiencias y apreciar la belleza y grandeza en quienes nos rodean nos permite cancelar la separación en nuestros corazones.
Cuando somos fuente de vida, hacemos a otros sentir que somos sus hermanos. Conectar con el alma gemela implica compartir secuencias mentales con amigos del camino y permite que nuestra pareja real aparezca en nuestra vida. La clave está en reconocer, admirar y expresar nuestro amor hacia los demás.
La atmósfera armoniosa que generamos al conectarnos con los demás es real y tangible. Cada vez que nos acercamos a alguien, reconocemos sus aciertos y logros, mostrando cómo sus características únicas nos brindan paz y tranquilidad. El líder espiritual es una fuente viva de amor, cancela dualidades, crea conciencia y revela lo que realmente funciona.
En la vida diaria, es importante ser conscientes de que la verdadera evolución mental implica superar las dualidades y encontrar equilibrio en cada paso. La búsqueda eterna, la realización, la legitimidad, la autenticidad y la cancelación de la dualidad son escalones hacia una vida más plena y satisfactoria.
En nuestro camino espiritual, reconocemos que cada uno tiene su propio viaje. Los maestros nos guían, pero también somos guías para otros. La compasión y el apoyo en la aceptación de errores nos permiten avanzar juntos en el camino de la evolución espiritual.
En conclusión, vivir la esencia del juego presente implica encontrar equilibrio y satisfacción en nuestra vida diaria. Compartir lo que realmente funciona, expresar elogios y reconocimientos, y buscar la evolución mental son pasos hacia una existencia más plena y consciente. En este viaje, nos convertimos en fuentes de vida, generando amor, cancelando dualidades y creando atmósferas armoniosas.
¡Descubramos juntos la belleza de vivir plenamente!